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fases de la guerra de la independencia espanola
En 1798 se produjeron combates entre políticos y militares, para determinar dónde se asentaría la ciudad más importante, provocados por grupos de Saltillo y Monclova. En Saltillo se realizaba el comercio de las provincias internas, estableciéndose el contacto administrativo con el virreinato de la Nueva España, y se instalaron las cajas reales para el manejo de la Hacienda Pública. El Municipio designó diputado por las Cuatro Provincias de Oriente a la Corte de Cádiz en España a Miguel Ramos Arizpe, quien llevó consigo planteamientos para una nueva organización de estos territorios y luchó por su autonomía. También insistió en que se respetara la acción política y administrativa de los municipios. Coahuila Historia RESEÑA HISTÓRICA Las primeras exploraciones efectuadas en el estado, se llevaron a cabo entre los años de 1550 a 1580.
Fue hijo de un partidario del realismo español, , quien lo procuró seducir de deponer las armas a la corona de españa. Pese a los ruegos de su padre, de rodillas y con lágrimas en los ojos, Vicente Guerrero respondió ““Señores, éste es mi padre, vino a ofrecerme el perdón de los españoles y un trabajo como general español. El 16 de septiembre de 1810 el sacerdote Miguel Hidalgo y Costilla incitó a la rebelión para finiquitar con el dominio español que había gobernado el país –por medio de un virrey- prácticamente 300 años. El ejército independentista –los rebeldes para el virrey- era tan improvisado que ni siquiera tenía una bandera, Hidalgo usó un estandarte de la Virgen de Guadalupe de la iglesia de Dolores en Guanajuato. La primera etapa de la pelea independentista termina en el momento en que Noble fue tomado preso en el tercer mes del año de 1811 y fusilado –tras ser excomulgado- en el mes de julio del mismo año. Fueron ejecutados también los principales jefes del movimiento – Allende, Aldama y Jiménez- y sus cuerpos fueron degollados y exhibidas sus cabezas en la testera de la Alhódiga de Granaditas en Guanajuato; procedimiento común en las colonias para servir de escarnio, pena pública –los cuerpos no recibían los ritos católicos- y para disuadir a otros de tomar ese camino.
Breve Cronología De La Lucha Por La Independencia De México
Y las diversas reacciones que presentan el pueblo portugués, de un lado, y el español, del otro. Este estudioso del derecho constitucional brasileño se encuentra con que la mayor parte de las obras sobre el tema hacen tabula rasa de ese apunte, que lejos está de ser banal.36 Y, en el momento en que no, lo citan en passant,37 marginalizando el influjo de la Constitución de 1812 en el proceso constitucional portugués y brasileiro. A lo largo de la Revolución Francesa, la España monárquica absolutista intentó al límite eludir el contagio de las peligrosas ideas revolucionarias del país vecino.
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López Rayón derrotó en Puerto Piñones, en el límite de Coahuila y Zacatecas, a tropas realistas que querían impedir su retirada. El Congreso Constituyente, formado recién terminada la guerra de Independencia decretó, en 1823, la primera Constitución de la República Mexicana, instituyendo un sistema representativo popular y federal, en el que mucho influyeron las ideas federalistas del coahuilense Miguel Ramos Arizpe. Nuestra Constitución, Historia de la independencia y soberanía del pueblo mexicano, “De la Constituciónde Cádiz a la de la República Federal de 1824”, cuaderno No. 2, Centro Nacional de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, México, 1990, p. 12. Al unísono que las Cortes iniciaron sus trabajos, sucedió la proclamación del inicio del movimiento insurrecto.
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El pueblo en La capital española y en otras ciudades, como Pamplona, Burgos, Valladolid, San Sebastián y Barcelona, se desesperaba con aquella presencia indeseada y hostil, con el coste que conllevaba. La política de Godoy, quien, con sus intentos de reformas, ahora venía amenazando los permisos de la aristocracia, hizo nacer un tal descontento en el clero y la nobleza, que no tardó en provocar el surgimiento de una oposición preparada para convencer al príncipe Fernando para planear contra el rey, su padre. La promulgación de la Constitución de Cádiz representa un instante crucial en la historia del constitucionalismo, que tuvo sus principios con las Revoluciones Atlánticas. Este producto pretende rendir un tributo a la Constitución Española de que dio origen al comienzo de soberanía nacional-, a través del análisis de su importancia para el constitucionalismo universal, singularmente el brasileño y el portugués.
Esta carta de Bayona, fue en realidad un documento o código de índole político, “tímido e principiante”, mismo que careció de vigencia un solo día. Esa “carta”, en sus numerales 87-95, “ya aceptaban que las provincias de América gozarían de exactamente los mismos derechos que la metrópoli, principio que en cierta manera habría de agarrar la Asamblea de Cádiz”, opinión de RABASA, Emilio, Historia de las Constituciones Mexicanas, Instituto de Investigaciones Jurídicas/UNAM, Segunda Edición, México, 1994, p. 19. Amparados en el derecho de independencia de imprenta se elaboraron y circularon numerosos folletines y publicaciones de donde se desprenden críticas a las autoridades, tal como que la población no vivía en aquiescencia constitucional, ya que en su mayoría la ignoraban. España, frente al desconocimiento del nuevo monarca, José Bonaparte, determinó la creación de una Junta Central Gubernativa en Aranjuez , con el propósito de regentar el gobierno y llevar a cabo la guerra a nombre de Fernando VII, misma que fue reconocida por el virrey novohispano, Pedro de Garibay.
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Pocos meses después de haber buscado cobijo los restos del ejército expedicionario español en Puerto Cabello, surgió por la parte de los españoles una propuesta conciliadora. Para esto, se solicitaron salvoconductos para los comisionados españoles Marqués de Casa de León, jefe político de esta provincia, y para el coronel José María Herrera, cuya misión sería entrevistarse con el general Bolívar, quien en ese instante se encontraba organizando la guerra en el Sur para la liberación de las provincias de Pasto y Quito. De igual modo, La Torre le comunicó que había recibido órdenes de suspender las hostilidades y se propuso lo mismo al gobierno republicano, el cual a su vez debía enviar sendos comisionados hasta la localidad de San Esteban para indicar los límites de ambas jurisdicciones y convenir lo atinente a las garantías y seguridad de los pobladores de estos territorios. El general Páez respondió expresando su júbilo por esta disposición del gobierno español y inmediatamente envió los salvoconductos que corresponden para el viaje de los comisionados. Al finalizar la primera etapa de la guerra por la independencia mexicana en una derrota para los insurgentes, con una insurgencia desde adentro dividida y dezmada, Cos regresó de la guerra vencido y desilusionado. No fue el único en la larga historia de sacerdotes-políticos que terminaron su historia en la amargura.
- Por su parte, los realistas, soldados fieles al virrey y a la corona de españa, debían rondar entre los 50 mil efectivos.
Al verse desconcertado con esta actitud de rechazo, Páez vio agotados los canales de “la moderación y la política” y consideraba importante recurrir al empleo de la fuerza. De cara a este panorama, a inicios de septiembre en carta remitida al secretario de Guerra, Pedro Briceño Méndez, estimó que era el momento preciso de elaborar los buques mayores con todo el armamento libre, con cuya acción creía que la plaza podía tomarse en unos pocos días. Hacia el año de 1820 irrumpió en España la esperanza de una salida negociada a esta guerra que llevaba más de una década causando desolación y destrucción. Después del alzamiento de Riego, fueron convocadas las Cortes y se restableció la Constitución de Cádiz a la cual el Rey Fernando VII elevó su juramento. Las Cortes manifestaron su intención de restaurar el dominio español en América mediante una amnistía general, para lo que se mostraron prestas a realizar concesiones prometiendo a las fuerzas insurgentes que conservarían el poder de las provincias que hubiesen conquistado, pero con la condición de que estas debían depender de España.
El general en jefe sitiador limitó esta oportunidad únicamente a los empleos de los militares y en todo caso debían respetar las leyes de la República y así obtendrían la garantía de que sus vidas y sus bienes serían respetados. Por otra parte, se dispuso el desarme y devolución a sus dueños de los buques menores particulares fletados por los españoles, incluyendo la flechera Puerteña. Al saber estas inquietudes, fueron debatidas en Bogotá al interior del Consejo de Gobierno considerándose que la ley ahora estaba en vigencia y por tanto no era favorable revocarla porque daría muestras de debilidad del incipiente gobierno republicano. Se explicó que la ley no se hacía extensiva a todos y cada uno de los españoles sino exceptuaba a esos que hiciesen servicios invaluables a la República o que fuera conocida su resolución por la causa emancipadora. Tanto el secretario de Guerra como el vicepresidente neogranadino Francisco de Paula Santander hicieron énfasis en que los españoles eran la causa de todos los males sucedidos a lo largo de las pasadas sublevaciones vividas en las localidades de Pasto, Ciénaga, Ocaña, Zulia y las sabanas al oeste de Cartagena.