La Pandemia Y La Guerra

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En general, hay bastante espacio y temas para proseguir estudiando la guerra de independencia, particularmente tras 1811, a la desaparición del cura Hidalgo. Se tienen la posibilidad de estudiar las campañas de la guerra, las tácticas y estrategias usadas tanto por realistas como por rebeldes. Estos temas requieren de sobra investigación y una capacidad quizá no solamente de historiador, para comprenderlas a cabalidad, son retos que sin duda fuerzan al nuevo historiador a tener una visión multi o transdisciplinaria.122 Por otro lado, hacen falta estudios sobre el fin de la guerra y la caída del sistema virreinal. Hay estudios de historiadores que analizan esto, pero este periodo es muy complejo, necesita de uno o dos libros para comprender el impacto político, económico y popular de este enorme cambio.

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Realismo Y Contrarrevolución En La Guerra De La Independencia

Este producto tiene que ver con los partidarios de la corona de España durante las guerras de independencia hispanoamericanas. Para los partidarios de la corona británica a lo largo de la guerra de independencia de los USA, véase Lealista . Su plantilla se conformaba por peninsulares, criollos y regimientos expedicionarios. A pesar de que habían recibido capacitación castrense, un sinnúmero de ellos carecían de una experiencia de combate; debido a que se había conformado en el último cuarto del siglo XVIII como una medida de defensa en la Novedosa España. El 18 de mayo de 1822 en la localidad de México se proclama a Agustín de Iturbide como Agustín I, emperador de México.

Las universidades en este momento tienen mejores programas de estudio para jóvenes estudiantes que eligieron ingresar en el campo de la historia, y eso es ya un avance esencial en el ámbito de la capacitación de nuevos historiadores. En 1808, en el momento en que las noticias sobre la situación dominante en la metrópoli llegaron a la Novedosa España, la gente y las autoridades reales vieron con enorme horror no solo la sepa del poder real,35 sino lo que esta situación extraordinaria causaría en el reino. La atmósfera de cambio se expandió de manera rápida en toda la Nueva España.36 El derrocamiento del virrey Iturrigaray37 el 16 de septiembre de ese año fue un movimiento que pretendió anticiparse a la situación, fue una estupidez, por el hecho de que conozco, después de leer todos y cada uno de los documentos sobre esto, que Iturrigaray siempre fue un leal español sin intenciones rebeldes o algo similar. Este acto detonó una secuencia de reacciones en el país jamás antes vistas y como una piedra arrojada a una laguna que crea ondas circulares radiando y radiando de manera continua su energía hasta llegar a sitios insospechados para trastornarlo todo, de esta manera acabó el reino siendo sacudido hasta sus cimientos. Surgieron personas y conjuntos que no estaban conformes ya con el régimen38 y expusieron pausadamente por el cambio. Hacia 1789 revienta la Revolución francesa iniciándose de esta manera un periodo mundial de cambios y simultáneamente a esta situación se da una «competición estratégica» en el Pacífico entre ingleses, españoles y americanos estadounidenses, que van a tratar de agrandar su dominio a los territorios del norte del Pacífico con las exploraciones y colonizaciones que España había olvidado llenar en los siglos XVI y XVII.

Extinción Del Movimiento Y Capitulación De Sus Fuerzas

El plan tenía la meta de reposicionar estratégicamente al ejército realista ante el creciente embate de las fuerzas insurgentes. Logró su cometido al desmantelar al ejército insurrecto del cura y general Miguel Noble y el capitán general Ignacio Allende. Hay una exclusiva generación de historiadores que están escribiendo y publicando artículos y libros no siempre centrados en el estudio de las estructuras del ejército, pero que sí están tomando en cuenta otros muchos puntos que van desde la historia cultural y la historia política hasta la propiamente historia militar. Los historiadores de la novedosa generación ya consolidados están haciendo muchas indagaciones muy relevantes para el tema y periodo independentista mexicano. Con el Plan de Iguala comienza el colapso de los realistas como un ejército virreinal regular con la capacidad de sostener el orden y el poder113 a favor de la Corona de españa y el virreinato.

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De esta manera, el bribón Elizondo cortaba la cabeza de todo el movimiento rebelde; ya que conseguía la captura no solo de sus líderes máximos, también de sus oficiales medios y aun de la soldadesca. El destino de los primeros y los segundos, hasta el grado de sargento, fue el paredón de fusilamiento; la soldadesca fue a prisión o terminó condenada a servidumbre en las haciendas próximas. Las discrepancias entre los dos principales caudillos no pueden ser superadas, menos aun por el protocolo y boato que en este momento rodea al clérigo; sin embargo, se postergan ante la cercanía del ejército virreinal.

Su condición de sacerdote y el haber tomado como símbolo el estandarte de la Virgen de Guadalupe contribuyeron a que la multitud que lo seguía, viese en él a un profeta o a un iluminado que los redimiría. Interrogado entre los hombres que saqueaban Guanajuato sobre sus fundamentos de andar en la revolución, respondió que se reducían a ir a México a poner en el trono al señor cura, idea que aparentemente compartía Calleja, quien aseguró que Hidalgo deseaba coronarse para sumar a la corona del sacerdocio la del imperio. Podría decirse que esta extendida evolución realizada en el transcurso de tres siglos, se reprodujo en el Río de la Plata de manera acelerada, demorando apenas unos años. La caballería propia a los pueblos indígenas de la llanura pampeana era formidable, con sus lanzas largas, para el choque de adelante. Sus contendientes coloniales, observando a quien debían medirse, adoptaron pronto el modelo de los dragones, tanto en las milicias como en las tropas de línea.

Muy cerca de este lugar, una escolta militar al cargo del teniente José Cabrera se enteraba de la magnitud de la revuelta y retornaba a Querétaro con toda prontitud para comunicarlo a las autoridades. Esta escolta tenía el encargo de apresar a Ignacio Allende y Juan Aldama, acusados de conspirar contra el gobierno virreinal. Se había trasladado a San Miguel el Grande para cumplir su misión; pero, al no localizar a estos capitanes, viajaba hacia Dolores siguiendo sus pasos.

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En la que nos ocupa, la Marina, casi aniquilada en Trafalgar donde perdió diez navíos, pero todavía de manera fuerte si los políticos no la hubiesen rematado, desembarcó casi al completo para incorporarse, a los cuadros de Tie- rra. Desde un punto de vista completamente naval, tomó la escuadra Rosilly en la Bahía de Cádiz, ejecutó operaciones menores de bloqueo, aprovisionamiento y desem- barco, en ocasiones en condiciones muy duras, en el Cantábrico y cooperó definitiva- mente, a lo largo de toda la guerra, a que Cádiz no cayese en manos imperiales, batalla de Chiclana incluida. Impulsivo, leal, pero sin dependencia, Ignacio Allende fue quizá entre los rebeldes más soñadores del movimiento.

• En 1908, luego de la entrevista Díaz-Creelman, en todo el país los conjuntos políticos han comenzado a organizarse; en Jalisco varios profesionistas e intelectuales comenzaron a conformar nuevos conjuntos políticos, y a reorganizar los círculos y clubes que existían.

De la narración de María del Carmen Silva se hace eco en dos números consecutivos el Períodico mercantil de Cádiz de 5 y 6 de septiembre de 1811. Quizás, Carmen Silva y/o el redactor del periódico conocían la historia lanzada por El Conciso, lo que explicaría la viable contaminación narrativa y las analogías de los relatos. En estos meses, Suchet había tomado Tarragona , tras dos meses de asedio y se preparaba para dirigirse a Valencia. Mientras que, los ingleses consiguieron asombrar a los franceses en la Barrosa , pero la carencia de apoyo del contingente español, que no deseaba dejar el lugar de Cádiz, permite al ejército del mariscal Víctor reagruparse y continuar el asedio a la población gaditana.

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